Encontrar empleo no siempre es tarea fácil. Esta situación es una realidad que viven muchísimas personas con trastornos mentales en España. AFES Salud Mental trabaja en proyectos de inserción laboral específicos para contrarrestar las desventajas a las que se enfrentan estas personas. Uno de estos proyectos es "Genus: empleando capacidades en salud mental",que trabaja en la zona norte de la isla y se enmarca en el Programa Operativo de Inclusión Social y de la Economía Social, Poises, una iniciativa cofinanciada por el Fondo Social Europeo y por la Fundación Bancaria "la Caixa".

Las personas afectadas por un trastorno mental con reconocimiento de discapacidad tienen una tasa de desempleo del 85,7%, según datos aportados por la Confederación Salud Mental España. En Genus se les intenta ayudar en la búsqueda activa de empleo mediante un itinerario personalizado en el que se informa, forma y orienta a cada persona para que consiga un empleo y, además, se les realiza un seguimiento para que lo conserven. En el primer semestre de este año 16 personas con problemas de salud mental han conseguido un empleo a través de Genus, 9 hombres y 7 mujeres.

Carlos Estévez, técnico de inserción laboral en Genus, sabe bien lo importante que es para estas personas conseguir un empleo. "Cuando consiguen volver a trabajar están muy motivados y valoran muchísimo su puesto de trabajo". Sin embargo, los empresarios tienen dudas a la hora de contratar a personas de este colectivo. Existe la falsa creencia de que son personas con deterioro cognitivo, o que son personas problemáticas o con tendencia al absentismo laboral. Carlos tiene claro que estas dudas proceden del desconocimiento: "Una vez que las empresas tienen contacto con estas personas y ven que pueden trabajar como cualquiera, se derriban todos los prejuicios".

Esto es lo que le ha ocurrido a Sergio Pérez, gerente de Avelinas, una firma de moda "on line" de ropa "vintage". La contratación de personas con discapacidad forma parte de la política social de la empresa y la experiencia está siendo muy positiva: "Al principio tenía mis dudas, pero ahora estoy tan contento que he adaptado los procesos de mi empresa para que estas personas puedan desempeñar sus trabajos".

Pérez recalca que la clave está en realizar una buena labor de dirección y en saber gestionar estos puestos de trabajo: "Si no está bien organizado y gestionado, a la empresa que lo intente le saldrá mal". Sí es importante tener en cuenta que son personas que no pueden ocupar puestos en los que se les someta a estrés excesivo. "Adaptamos los procesos de la empresa para que el ritmo de trabajo sea el adecuado", señala el gerente.

Uno de los mayores prejuicios sobre las personas con enfermedad mental es que se dice de ellas que son personas violentas. En la experiencia de Sergio, esto no es cierto: "Todo lo contrario, son personas muy pacíficas y muy respetuosas." Ha descubierto que son personas muy centradas y autoexigentes, y con un nivel muy alto de motivación: "Lo ven como una gran oportunidad. En algunos puestos rinden más que una persona que no tiene discapacidad".

Sergio Pérez también está muy contento con la baja tasa de absentismo laboral de estos trabajadores: "No he tenido ninguna ausencia". Además, aclara que la creencia de que son personas que únicamente son válidas para trabajos repetitivos no es cierta. En Avelinas incluso tienen el caso de una trabajadora con formación alta y Sergio se está planteando que empiece a desarrollar gestiones de formación de las otras personas con discapacidad que entren a trabajar en la empresa en el futuro.

¿Sale rentable?

El Gobierno, a través de bonificaciones, intenta contrarrestar los obstáculos que tienen de partida las personas con discapacidad a la hora de conseguir empleo. Las ayudas de las que se pueden beneficiar las empresas están recogidas en la normativa vigente en cada momento por la que se regulan las medidas para fomentar el empleo de personas con discapacidad. Alguna de estas ventajas son: subvenciones para la adaptación del puesto de trabajo para el trabajador con discapacidad, deducciones en la cuota del Impuesto de Sociedades por cada contrato de tiempo indefinido, subvenciones acordes a la jornada por la que se contrata a la persona o deducciones o bonificaciones en las cuotas empresariales de la Seguridad Social que pueden llegar a alcanzar hasta el 100%. Además, contratar a personas con discapacidad también puede proporcionar nuevos ingresos a las empresas, ya que existen concursos públicos a los que sólo se puede acceder si se cumplen una serie de requisitos sociales, entre los que se encuentra la incorporación laboral de personas con discapacidad.

Por último, contratar a personas con discapacidad mejora la imagen empresarial, ofreciendo una cara más solidaria y socialmente responsable.